“Anécdota Refractaria en la Grieta” - I

Muro era todo lo que a decir verdad Yo había conocido,  y sin su ancho concreto mi existencia erosiva no hubiera sido posible y esta anécdota de vida debo comenzarla así, con reconocimiento a Muro.
Alguien podría mirar mi espesa profundidad, cara húmeda de escamas, donde es propicio el nacimiento y la rápida multiplicación de una gran variedad de hongos, ácaros y otro tipo de microorganismos que de nombres  por su cantidad y compleja denominación en el plano de la clasificación natural de lo mutable mi memoria de Grieta no puede retener (Muro)

Ese alguien que podría mirar, miró un día y pudo decir.
Desafortunadamente miró obligado por encontrarse en la manga un rastro de mi, rastro que se llevo al descuido cuando rozo a Muro y como Yo habito en Muro, por que así lo dispuso el orden de las cosas, con mi cuerpo plasti – forme, - no es que Yo sea una trepadora y me guste vivir en los demás o de los demás, claro que no.
Y pudo decir: - ¿ Que hace aquí esta detestable Grieta, que con su horrible aliento de boca inmensa se come a muro y además se atreve a dirigirme su espantosa baba de hongos y demáses.
- ¿Yo mordiendo a Muro, saboreando su cuerpo?  Oh imposible, imposible, nunca lo había visto de ese modo, claro que no.
Aunque , quizás un poco de cierto hay en tal afirmación.
- Esa Grieta no hace mas que resquebrajar a Muro…

Si supiera este Alguien  que nada mas me duele que devorar a Muro, poniéndolo de esta forma como lo afirma Alguien, como sostiene quien mira, o sea este o cualquier otro que se atreva a observar con detenimiento la situación, devorar, debilitar, robarle el inmaculado blanco de su semblante original para llenarlo de pequeños grises y pelusas blancas, amarillento parcial, marrón herrumbre de caño chorreado en el tiempo. Si esto es lo que produce mi presencia en Muro. Manchas de amenaza en coparlo por completo, inestabilidad de constantes pedazos en arena como los minutos milimétricos que día a día forman una duna y sueñan con ser desierto, inconscientes pero veraces en la tarea, aprovechando cada vuelo , cada estrépito de piedra y corrosión de lo material grande para forjar lo pequeño en infinito (Alguien)

Comentarios

Entradas populares de este blog

El Diariero

Álgido Fortunatto

Suceso de Hombre confiado - El trance.